Estuvimos en Corrientes, en Colonia Liebig, conociendo la Cooperativa y la planta de Playadito, su historia desde fines del siglo XIX con contingentes de inmigrantes que llegaron a Argentina, a buscar aquí la paz y el trabajo que no encontraban en sus países de origen.
Un nutrido grupo de alemanes, entre los que se encontraban productores agropecuarios, se estableció en el noreste de la Provincia de Corrientes. Junto con su capacidad de trabajo y sacrificio, este grupo humano trajo el modelo de las Sociedades Cooperativas como forma de organización de la economía solidaria.
Así se funda la Cooperativa Agrícola de la Colonia Liebig Ltda. que con 97 años de vida está integrada por 130 productores asociados.
La Yerba Mate, producto que la identifica, con su marca Playadito, lidera el mercado argentino, y se encuentra presente en más de 29 países con presencia de producto y marca.
Además, desarrolla actividades de producción en Ganadería, Forestación, Aserradero y Apicultura. A las que se agregan actividades de servicios para los productores, personal y comunidad.
Recorrimos todo el proceso productivo de la yerba mate, conociendo su origen en cuidadosos viveros de la cooperativa. Allí comienza la vida de la plata, con el cuidado y la selección de las semillas. Estas hojas de 10 cm de largo aprox. y de un color verde oscuro luego llegan a los establecimientos para su proceso. La cosecha se realiza en forma manual y/o mecanizada desde el mes de diciembre a septiembre de cada año.
También conocimos el establecimiento de envasado que se realiza mediante nuevas tecnologías con envases propios a partir de láminas especialmente diseñadas para conservar el producto.
El aserradero de Colonia Liebig fue especialmente desarrollado para que pueda cortar rollos de gran calibre y mediante el uso de tecnología. Esto garantiza calidad y volumen de producción. Todo comienza con el arribo de rollos, provenientes de monte propio y externos. Una vez cortadas las escuadrías programadas, estas son llevadas a un secadero de tercero para realizar su secado (actualmente está en proyecto la instalación de un secadero y caldera propios). Al regresar las tablas son clasificadas por calidad y destinos, parte de ellas son vendidas al mercado local y la otra parte utilizadas en la fabricación de pallets.