En la jornada “El Campo y la Política IV”, la facilitadora visual Tamara Kostetsky deslumbró con un trabajo que acaparó la atención de los presentes. “Hago conversaciones dibujadas. Ayudo a los equipos de trabajo a hacer visible lo invisible”.
Mientras los candidatos a Presidente disertaban en la jornada “El Campo y la Política IV”, a sala llena en el auditorio San José de la Universidad Católica Argentina, o mientras los principales dirigentes y actores del sector agropecuario exponían en los paneles del evento, apenas apartada del escenario, una mujer dibujaba lo que escuchaba, plasmaba en un papel gigante lo que estaba sucediendo, parecía estar en su mundo…
Tamara Kostetsky se presenta como facilitadora visual. “El 90% del trabajo se basa en la escucha activa, voy traduciendo las ideas y palabras en un lenguaje visual, que es lo que nuestro cerebro puede visualizar de manera más concreta” , explica la artista a CONINAGRO.
La facilitación gráfica apela directamente a nuestra habilidad de procesar la información visual, considerando que; usamos más neuronas para el sentido de la vista que las que usamos para el resto de los sentidos combinados, y teniendo en cuenta que dos tercios de la actividad cerebral son usados en la vista, cuando tenemos los ojos abiertos. En tanto, las reuniones o conferencias son mayormente palabras -escritas o habladas- con lo cual, hay una absoluta desconexión neurológica entre la información que recibimos y la manera en que a nuestro cerebro le gusta procesar esa información. Por ello, el facilitador gráfico crea un atractivo resumen visual, en tiempo real, trabajando en el lenguaje que a nuestro cerebro le resulta sencillo.
Alrededor del 65% de las personas aprenden mejor a partir de estímulos visuales
A lo que agrega: “Cuando la gente lo ve se sorprende, porque nuestro cerebro se familiariza fácilmente con las imágenes. Es una manera de procesar esas palabras que son intangibles en algo muy concreto que es el lenguaje visual. Es una habilidad, apela a la capacidad de entender, no busca lo estético sino poder transmitir a nuestro cerebro la información”.
Podemos agregar que innovadoras empresas como NASA, Google y Disney, entre otras, utilizan este recurso como parte de los procesos grupales.
En ese sentido, Tamara reflexiona: “en mi transferencia no opino sobre lo que dicen, tengo que callar mi voz de juicio y solo escuchar para traducir en otro lenguaje”.
Consultada sobre las sensaciones de trabajar en ambientes distendidos o por ejemplo en un evento donde asistió el Presidente de La Nación, Kostetsky señala que “es la quinta vez que interpreto a Macri pero no me pongo nerviosa, lo importante es la capacidad de callar mi voz de juicio, de interpretarlo pero sin opinar, yo estoy metida en lo que estoy escuchando, pero también percibís el ambiente de lo que está pasando, cuando habla alguien de esa envergadura cambian los semblantes, hay como una corrida, se siente un rush ahí”, sintetizó Tamara Kostetsky.