En esta Pascua, queremos saludar a todos los productores, trabajadores, profesionales, comerciantes del campo argentino, y renovar nuestro compromiso de seguir proveyendo alimentos de calidad, para las familias de nuestro país y del mundo.
Debemos agradecer especialmente a todos los involucrados en el sistema de salud, a las fuerzas de seguridad y a todos los que tienen participación directa para sanar y evitar que pandemia se propague. Toda la sociedad ha comprendido la importancia que revisten esas actividades fundamentales, imprescindibles. A esa sociedad, que es quien consume nuestros productos, también queremos agradecer por permitirnos llegar con nuestro trabajo a todos los rincones de nuestra Patria.
Nos resulta fundamental ese apoyo y ese acompañamiento tanto del sector público como del privado, que nos permite continuar en marcha, trabajando para que la inversión, la tecnología y la eficiencia que aplicamos en nuestras producciones, puedan dar sus frutos.
Nuestra contribución para la reconstrucción de una economía golpeada por este virus inesperado e impiadoso, sin duda, será determinante. Nuestro país no será el único afectado. El mundo entero se encuentra convulsionado por la pandemia. Cada Nación, en mayor o menor medida, requerirá sanear su economía. El contexto será difícil; la exigencia de los mercados y la competencia por oportunidades comerciales que permitan generar exportaciones, ingresos y divisas para la reactivación, será fuerte.
El campo argentino se encuentra preparado para enfrentar ese enorme desafío. Pero para poder sostenerlo es crucial que la competitividad que caracteriza a nuestro sector se incremente y no se vea afectada. Por eso es imprescindible que la mirada y las necesidades de cortísimo plazo, no atenten contra la capacidad productiva del futuro, contra la reactivación con la que el campo y todas sus actividades asociadas, podremos poner en marcha rápidamente a la economía de Argentina.
No hay espacio para medidas que deterioren el aparato productivo. La salida única será generando mecanismos virtuosos que alienten la confianza y la inversión. Hoy más que nunca la Argentina necesita un campo en marcha, enfocado en producir, invertir y crear empleos de calidad.
Eso, es lo que hacemos todos los días con vocación y entusiasmo, y es nuestro principal aporte al futuro: trabajo, actividad económica y más desarrollo armónico en todo el territorio nacional.