Los productores agropecuarios del centro del país han padecido una cruel y dura sequía que los ha enfrentado a la peor escasez hídrica de los últimos 70 años. Esto ha generado una creciente y rápida respuesta en cuanto a gestión gremial. Desplegamos una estrategia en búsqueda de herramientas que permitan seguir trabajando en el campo. Muchos productores necesitan combatir la contingencia, pero muchos otros planificar el día después, es decir arrancar la tarea, aún sabiendo que no tendrán zafra inmediata.
El gobierno ha anunciado bienvenidos apoyos crediticios, pero frente a la crisis no todos los mecanismos presentados son suficientes. Hay productores que están abatidos. Los plazos de gracia son muy necesarios, tanto como los plazos con tasas accesibles. Pero hay cuestiones que no son contempladas ante la emergencia. Muchos productores nos han indicado que les preocupa mucho el avance de la AFIP, las demandas impositivas no contempladas en la emergencia. En consecuencia, queda claro que la declaración de emergencia no es suficiente y hay mecanismos que se deberían rever.
Desde nuestra entidad consideramos prioritario encarrilar la implementación de un sistema de seguros, que nos permitan recomponer, cubrir las adversidades climáticas y permitir la continuidad productiva.
En esta búsqueda de herramientas hemos trabajado duro con el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) para lograr un acuerdo con el Banco de la Nación Argentina, un convenio para subsidiar las tasas. Si bien es para micro, pequeños y medianos productores, con líneas de créditos con mejores plazos de financiamiento respecto de las líneas previamente vigentes, contemplando condiciones específicas para determinados sectores agroindustriales para el pago de capital.
Y seguimos trabajando en un proyecto para las economías regionales – cuyo trabajo previo ya estamos presentando a fuerzas vivas, representantes de gobiernos nacionales y provinciales e instituciones, y mostramos en esta edición – ya que creemos firmemente que tenemos mucho por aportar.
Esta iniciativa, a ser presentada en el Congreso, no es solo una herramienta para el desarrollo económico, sino que también apunta al desarrollo demográfico armónico de nuestro país, para que los hombres y mujeres que viven en el interior encuentren un futuro digno y no tengan que migrar a los bolsones de pobreza que se juntan en los anillos periféricos de las grandes ciudades.
CONINAGRO tiene representatividad en muchas provincias y en aquellas donde no estamos aún presentes, ya hemos iniciado una tarea de relacionamiento para ampliar nuestra mirada. Fuimos a Salta, planificamos relacionarnos con cooperativistas de la Patagonia. Queremos crecer.
Es decir, apuntamos a trabajar para todas las regiones, por el bien del productor y de la sociedad que recibe el impacto de su actividad productiva.
Carlos Iannizzotto
Presidente de CONINAGRO