Como reflejan el índice de competitividad y el semáforo de Coninagro, la producción de las economías regionales está en alerta.
Las Economías Regionales constituyen la autopista para el desarrollo y sostenibilidad de Argentina, por equidad territorial, amplitud de producciones, identidad cultural y soberanía alimentaria. Éste último concepto pretendemos reforzar, ya que se trata de producir alimentos sanos, inocuos, y achicar el puente entre el productor y la góndola, es decir soberanía alimentaria se refiere a que el consumidor decide qué comer, así podemos moderar qué productos le llegan a nuestros niños, muchos de los cuales hoy sufren el flagelo de la pobreza y la desnutrición. Corroborar de dónde viene, quién lo hizo y cómo, para no depender altamente de los ultraprocesados, nos hará descubrir que las economías regionales representan también a la inmensa cantidad de argentinos abrazados a la idea de crecer desde su tierra y proyectarse al mundo.
Asimismo, entendemos que hay trabas reales que deben ser abordadas, en términos de conectividad, caminos rurales, seguros, infraestructura, sistema de créditos, etc, en tanto que detectamos trabas conceptuales, es decir que el concepto de economías regionales perdura difuso, pero éste tema merece un abordaje aparte. En este sentido, entendemos que las Economías Regionales debieran ser el eje de una Argentina sin hambre, transformándose en la clave para crear trabajo y generar riquezas; ser el basamento de un Pacto Social Productivo.
Números sobre la mesa
Nos preocupa la competitividad de los núcleos regionales, por ello hicimos algo inédito: comenzamos a medirlas. Creemos que el tipo de cambio es muy relevante, pero no solo el sector externo constituye competitividad. Por ello medimos dimensiones como recursos naturales, infraestructura, población, entorno macroeconómico e institucional, desempeño económico, y calidad y diferenciación, al mismo tiempo que monitoreamos la actividad de 19 economías regionales. Aquí, algunos datos del último relevamiento:
CÍTRICOS: En septiembre el valor exportado de los cítricos cayó un 23% i.a. y acumula una caída del 22% i.a. en lo que va de 2019. En particular se registran fuertes bajas en los envíos a la UE y EE.UU.
MIEL: La crisis del sector apícola se acentúa en una caída del valor exportado del 49% i.a. en septiembre, acumulando un descenso del 23% i.a. en lo que va del año. Menos exportaciones hacia EE.UU. y países de la UE, debido a la competencia de mieles provenientes de países asiáticos y de Europa del este.
YERBA MATE: En septiembre el valor exportado cayó 60% i.a. Este desempeño se explica principalmente por los menores envíos a Siria, que representa el 69% de las exportaciones del complejo.
VINOS: Pese a las mejoras de competitividad por la devaluación, la caída en los precios explica en buena medida el bajo valor exportado en septiembre que retrocedió un 11% i.a. y acumuló una caída del 3% i.a en el año. El crecimiento acumulado de las exportaciones al Reino Unido, donde el vino argentino se consolida, a Canadá y a China, no pudieron compensar el estancamiento de envíos a EEUU y la caída de exportaciones hacia Brasil y Japón, que explican principalmente la retracción del complejo.
El Campo produce
Un estudio de FADA presentado en Coninagro trasladó a números y mediciones el aporte del campo a la economía del país. ¿Qué dicen los números del informe?
El campo genera 2 de cada 10 puestos de trabajo en el empleo privado a nivel nacional, 1 de cada 10 pesos del PBI Nacional, 1 de cada 9 pesos de aporte tributario, 6 de cada 10 dólares de exportaciones.
Semáforo de economías regionales
Como refleja el cuadro, el sector arrocero sigue gravemente afectado. En tanto, presentan signos de crisis los cítricos dulces, con precios notablemente por debajo del índice inflacionario, el sector forestal, los productores de miel mantienen baja expectativa por la disminución de exportaciones, las peras y manzanas presentan signos negativos, y la industria vitivinícola permanece en crisis.
Ante estos múltiples desafíos, CONINAGRO propuso en el Senado de la Nación, un Proyecto de Ley de Promoción de las Economías Regionales, porque apostamos a un diálogo amplio y ágil e inteligente. Tal proyecto no fue siquiera rechazado, directamente fue obviado, desatendido. Por ello, no estamos enojados; estamos preocupados. Y porque con tantos argentinos produciendo y tanto potencial a liberar, va tomando fuerza preguntarse, ¿y si probamos con las Economías Regionales?.