Frente al debate sobre la Ley de Semillas que se abrió en el Congreso entendemos que es más una simple y democrática discusión sobre una forma de comercializar las semillas.
Debemos entender que la discusión es mucho más importante y tiene mayor relevancia: Es una nueva manera de producir granos, alimentos, y de aceptar las innovaciones.
El productor requiere una agricultura previsible y sustentable.
Reconocemos la propiedad intelectual a las empresas que investigan y desarrollan, que invierten en tecnología, en nuevas semillas, y nuevos eventos; en definitiva, que haya competencia justa y legal.
Por ello, como dijo nuestro Presidente, Carlos Iannizzotto, en el debate de la Cámara de Diputados, ratificando nuestra posición sobre esta ley:
• El uso propio de la semilla es un derecho del productor.
• Ese uso debe ser oneroso y el costo debe contemplar el germoplasma y el evento.
• El pago debe ser en la semilla.
• Debería existir una excepción o un beneficio para el productor pequeño.
• El control es esencial, a través de un sistema administrativo sencillo, donde el poder de fiscalización debe centralizarse en el INASE u otro organismo público.
• El canon debe tener un tiempo determinado y debe ser previsible en el tiempo.
No es difícil y no es complicado. Es necesario despojarse de intereses personales y políticos, para pensar en la Argentina del futuro. Es necesario, que lo resolvamos cuanto antes.