Los valores y principios cooperativos, y los vínculos que consolidan las familias relacionadas con el movimiento, con la economía social y con el estilo de vida solidario que elegimos para desarrollarnos como personas y en torno al mundo de los negocios, han sido el leiv motiv de este mes que ha pasado.
CONINAGRO, como adicional a su gestión gremial, la de defender los principios cooperativos y sus productores agropecuario, además habla de la renta y de la productividad sustentable, y aglutinó sus acciones en torno a los jóvenes y a las mujeres. Sendas jornadas realizadas en nuestra sede han demostrado la avidez por acceder al mundo cooperativo o bien incrementar la participación en torno a ello.
El mensaje para los jóvenes fue claro: el liderazgo y la representatividad se gana día a día con carisma, conocimiento, acciones y gestiones. Para llegar a una buena base de sustento de conocimiento como dirigentes hay que prepararse y capacitarse. Las entidades – y aquí se inserta la responsabilidad de CONINAGRO- están para contener, dar el marco de referencia de la representatividad, facilitar el desarrollo de las acciones y, obviamente, para capacitar a los jóvenes líderes.
El interés de conocer todo acerca de la política y la economía que nos afectan e involucran, es una clara señal que el cooperativismo joven es pujante y busca tener una visión del mundo amplia y variada. Muchos de estos jóvenes provienen de familias que conocen bien el modo de ser cooperativo y lo demuestran con la respuesta a la convocatoria, su interés en actualizarse en los temas cooperativos, organizacionales y la comunicación, interacción y contención de los nuevos dirigentes.
En cuanto a las mujeres, nos complace que la convocatoria se acreciente año tras año, con participantes que suman afán de conocer e interiorizarse en la vida institucional. Son esas mismas mujeres, capacitadas y vitales, quienes nos ayudan a conformar alrededor de la cooperativa, valores de arraigo para nuestras familias rurales. Son ellas las que nos ayudan a encender la llama solidaria para acercarnos al más necesitado. Es un orgullo que sean las mujeres de nuestro movimiento cooperativo – pilares de nuestras familias – quienes levanten las banderas de la solidaridad y nos ayuden a contribuir a mitigar el hambre y la pobreza de nuestro país.
El sistema cooperativo, que surgió de una crisis y se consolidó en las etapas de mayores necesidades, en la historia mundial, hoy también podría ayudar en nuestro país a superar una situación social que atraviesa falencias en algunos segmentos poblacionales
Es tanta la convicción de CONINAGRO en capacitación, que a las acciones mencionadas se sumaron las Jornadas Ganaderas que por cuarto año consecutivo, acerca nuevas tecnologías de producción y sugerencias en los aspectos comerciales a los rincones donde se demanda sabiduría y capacitación.-
Con este contexto de acción, CONINAGRO sigue sumando actividades a la gestión gremial e insta constantemente a los productores a revalorizar el rol que la institución ha logrado en los últimos años en el escenario del gremialismo agropecuario. Por eso, no cesamos en sentar presencia allí donde hay un productor con necesidades de representación, conducción, contención y de voz. Fue así como hace pocos días atrás nos sumamos a los reclamos de los productores de Salta, afectados seriamente por cuestiones climáticas (heladas y sequía), y reclamamos de una política que prevea sustentabilidad y previsibilidad en el marco de la producción regional. Es otra muestra más de los que hacemos y seguiremos haciendo por las economías regionales, tantas veces postergadas.
Como dirigentes, vamos tratando de sumar gestos y acciones, que nos permitan lograr las medidas que reclaman nuestros productores cooperativistas para mejorar su calidad la vida y la de todos los argentinos.