Alimentos argentinos hacia el mundo: según especialistas hay demandas crecientes en calidad y cantidad

Ago 29, 2022

Un bloque del 5° Congreso Internacional de Coninagro estuvo dedicado a analizar el rol de Argentina como país productor de alimentos y su impacto ante un eventual escenario de escasez mundial. Atento a esto, se convocó a Fernando Vilella, investigador y docente de la UBA y a Rodolfo Bongiovanni, técnico de INTA. Ambos coincidieron en que el término sostenibilidad refiere ineludiblemente a métodos de producción y consumo responsable: “La forma en la que se calcula la huella debe ser la misma en todo el mundo para poder ser comparable. Según los estudios que estamos llevando a cabo desde INTA, el sistema productivo argentino está demostrando que es sostenible, aseguró el coordinador de INTA Rodolfo Bongiovanni.

En un contexto de demanda creciente de alimentos a nivel mundial tanto en cantidad como en calidad, desde el INTA “estamos demostrando que la producción de alimentos agrícolas es
sostenible”, reafirmó el investigador.

Por su parte, Fernando Vilella, investigador y docente de la UBA confirmó con datos las
afirmaciones de Bongiovanni: “La Argentina está respondiendo a esas demandas con las menores huellas de carbono en granos y en carnes. Nuestra huella de carbono en el maíz están 70 por ciento debajo de la huella europea y los pollos 300 por ciento debajo de la que tienen en el Reino Unido”, ejemplificó.

La producción de alimentos de manera sustentable y la demanda creciente cobran relevancia a partir de los últimos datos difundidos por ONU a través de un informe según el cual 828 millones de personas padecieron hambre en 2021.

Esta cifra supone un aumento de 46 millones de personas respecto de 2020 y de 150 millones
desde el brote de la pandemia de coronavirus.

El informe elaborado conjuntamente por la ONU para la alimentación y la agricultura (FAO), el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA), la OMS el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) describe un panorama desalentador.

Tras permanecer sin cambios desde 2015, el porcentaje de personas afectadas por el hambre se disparó en 2020 y siguió aumentando en 2021 hasta alcanzar al 9,8% de la población mundial frente al 8% registrado en 2019 y el 9,3% de 2020.

El informe consigna además que 2300 millones de personas (29,3%) se encontraban en
situación de inseguridad alimentaria moderada o grave en 2021, esto representa 350 millones de personas más que antes del brote de Covid-19.

En tanto unas 924 millones de personas (11,7%) afrontaron niveles graves de inseguridad
alimentaria lo que supone un aumento de 207 millones en apenas 2 años.

Se calcula que 45 millones de niños menores de 5 años padecen emaciación, la forma más
mortífera de malnutrición lo que aumenta 12 veces el riesgo de mortalidad infantil.

Producto de la malnutrición 149 millones de niños menores de 5 años sufren retraso en el
crecimiento y el desarrollo y 39 millones presentan sobrepeso.

Se estima que para 2030, fecha establecida como objetivo para acabar con el hambre habrá 670 millones de personas (8%) que seguirán pasando hambre, se trata de una cifra similar a la de 2015.

Los conflictos como el de Rusia y Ucrania, los fenómenos climáticos extremos y las perturbaciones económicas en combinación con el aumento de las desigualdades, no hacen mas que intensificar los factores de inseguridad alimentaria y la malnutrición.

Políticas orientadas

El informe sugiere que una forma de contribuir a la recuperación económica pasa por adaptar el apoyo a la alimentación y a la agricultura para destinarlo a alimentos nutritivos (ese apoyo actualmente está destinado a la producción de alimentos básicos, lácteos y otros alimentos de origen animal) allí donde el consumo per cápita aun no alcanza los niveles recomendados para una dieta saludable.

Bongiovanni coordina investigaciones en INTA

Los datos sugieren que si los gobiernos adaptan los recursos para incentivar la producción, la
oferta y el consumo de alimentos nutritivos (frutas y verduras) , contribuirán a hacer las dietas saludables menos costosas, mas asequibles y equitativas para todas las personas. El informe también señala que los gobiernos podrían hacer más por reducir los obstáculos al comercio de alimentos nutritivos como las frutas, las hortalizas y las legumbres.

Vilella, técnico de la UBA

Entre otros datos, en el Congreso se reveló que;

16 millones de toneladas de alimentos se desperdiciaron previo a la pandemia
1k de comida por persona por día es lo que se tira
La problemática mayor es la superproducción
Se tira mucho de fruta y verdura sobre todo en mercados concentrados
4 mil familias diarias comen (32 mil personas) de los desechos del Mercado Central.
Cinco provincias en Argentina, Mendoza, Córdoba, Misiones, misiones de rescata de la red
AlimenDar.