Coninagro publica esta herramienta para que el productor agropecuario pueda hacer un seguimiento de los indicadores que se analizan. Mirá en detalle el relevamiento de las 19 economías regionales monitoreadas por el área de Economía de CONINAGRO, con cifras que surgen de abril del análisis realizado durante el mes de mayo de 2022. El “Semáforo de Economías Regionales” busca simplificar la complejidad y heterogeneidad de la producción en el campo hacia una herramienta visual de análisis.
Costos por las nubes en las Economías Regionales
Este mes las economías regionales que están en rojo refieren a la suba de costos a través de los insumos y la inestabilidad de los mercados, especialmente de la exportación.
Por otro lado, hay dos actividades que recuperaron levemente, resta que esos valores se traduzcan en señales concretas a la cadena productiva.
Además, la incertidumbre por el acceso al combustible y su precio es transversal a todas las producciones.
Y la guerra ha afectado nuevamente la logística internacional, tanto para exportar productos de nuestras economías regionales como las manzanas y peras, como para importar insumos necesarios, como botellas.
Así quedó el monitor…
Se equilibra el mercado de vinos con un guiño al productor
Al respecto se expresó Carlos Groselj, productor de vinos en Mendoza, que es secretario de la cooperativa Altas Cumbres y consejero de Coninagro por Fecovita: “Hubo una merma en la producción y una cosecha a la baja, puesto en números es casi el 20% menos en relación al año pasado, esto ha equilibrado el mercado y ha dejado los stocks mas reducidos, lo que ha provocado una subida en el precio del vino y del mosto de manera marcada”, explicó y agregó sobre las buenas perspectivas: “Esto en una primera instancia marcó una pérdida de consumo en mayo pero ahora está recomponiéndose un poco, y el productor vitivinícola percibe esa suba en su renta y ha sido un alivio”.
“En contraposición, los costos han aumentado considerablemente, ya sea lo vinculado a insumos, combustible y fertilizantes en algunos casos en subas de más del 100%, sumado a la dificultad para conseguir algunos productos por restricciones a las importaciones, pero aun así el panorama es positivo para el productor, solo juega un poco en contra el stock acotado para competir en el mercado externo”, agregó Groselj.
En tanto, en lo referido a exportaciones, Groselj indicó que: “El precio en el mercado interno es elevado y esos valores llegan a un techo debido a que el precio internacional está emparejado y eso complica la competitividad con el dólar atrasado. El precio del mosto ha subido, el mosto principalmente se exporta y esto acompaña la suba del vino en el mercado interno”, redondeó.
Asimismo, el productor mendocino y cooperativista expresó la preocupación del sector por los elevados aranceles en los países de destino; que por ejemplo en Europa rondan el 20%, en China el 25%, en Sudáfrica el 20% y en el caso del mosto en EEUU paga 150 dólares por tonelada, lo que representa casi un 15% del precio: “enfrentamos dificultades para conseguir contenedores, y la logística tiene altos costos. Un tema que preocupa es una demanda de una empresa mostera de EE.UU. que importa nuestros productos, y está pidiendo al gobierno de USA que interceda como compensación de lo que ellos consideran una supuesta competencia desleal del mosto argentino en el mercado de USA, ahora este tema está en una incipiente etapa judicial, hemos pedido a Coninagro y al ministro Domnguez que interceda porque bajo nuestro punto de vista el pedido de esta empresa no tiene lugar”, cerró su descripción Groselj.
Frutas y hortalizas en una realidad compleja
El cuadro de situación que configura la realidad de la producción frutihortícola, es aborado por Ricardo Vitale que se autodescribe contando: “Llevo más de 50 años ininterrumpidos en el cooperativismo, hace 48 años consecutivos que soy tesorero de la Cooperativa de horticultores de Bahía Blanca, soy Pte. de Acohofar y por ello vocal de Coninagro y de Fenafrut”.
A la hora de describir el panorama productivo en su zona, Vitale enuncia: “En Bahía Blanca fue un año hortícola medio desparejo por el factor climático, veníamos bien con precios razonables y buena producción pero nos pegó duro el calor del mes de enero. Costó reponerse de ese calor y comenzamos a cultivar pero con producción no tan buena y con ello aparecieron problemas para vender esos productos además empezó a aparecer mercadería de otros lugares y Bahía Blanca como plaza productora comenzó a atorarse, al fin costó más pero igualmente se pudo colocar la producción hortícola y frutícola”.
“Donde el calor no golpeó tanto hubo buena producción y eso bajó el precio regulado por la ley del mercado, regido por la oferta y la demanda. Hay que tener compromiso en poner precios e intentar fijarlos porque de un da para el otro todo cambia muy rápido”, describió el experimentado productor que acto seguido sumó a su relato una descripción de otros territorios de la provincia de Buenos Aires: “Mar del plata, La plata y otras zonas productivas muy grandes han tenido vaivenes de precio, por ejemplo el precio del tomate estuvo muchos meses por debajo de los costos de producción y solo a cuentagotas tuvo buen rendimiento desde el punto de vista comercial”.
La explicación de Vitale fue ampliada a otras localidades productoras de frutas y verduras: “En la zona de valles hubo una producción muy buena de frutas pero en algunos campos quedó fruta por falta de gente para cosechar, y todo esa producción está alojada en cámaras que tienen un costo muy importante de frío, mantenimiento, y luego deben ser enviadas a embalar, lo que implica mano de obra y fletes que deben padecer el problema de gasoil”
A propósito del tema transporte de mercadería, Vitale reclamó que “desde la zona de los valles de producción de manzana hasta Buenos Aires, son más de mil kilómetros y eso requiere un flete. Ahora que se va terminando la producción de los valles, lo bonaerenses y el mercado central dependen de producción que viene del norte, como Salta, La Rioja, Catamarca, y los invernaderos de Corrientes. El flete para traer esa fruta desde Salta, en relación, termina siendo más caro que un cajón de mercadería pura”
Finalmente Vitale reconoció que sostener los ciclos productivos en su área se ha vuelto complejo desde el punto de vista de la imprevisibilidad: “Sembrar, volver a producir, cuesta mucho dinero porque los insumos están en dólar y nosotros vendemos en pesos. Cuesta conseguir dólar y tenemos que comprar el dólar a valor cambiado. Volver a encarar una nueva campaña es muy dificil. Históricamente soy también productor triguero y ganadero, conozco la zona del sudeste de la provincia, zonas marginadas, pero estamos produciendo y poniéndole el hombro; a tal punto que desde la cooperativa de frutihorticultores de Bahia Blanca estamos proyectando construir el mercado cooperativo de Bahía, ya tenemos mas de 28 hectáreas de superficie para poner en marcha el proyecto, algo que apuntalará la zona y la región”, expresó Vitale.
En números:
3 verdes
5 amarillos
11 rojos
Las variaciones interanuales promedio:
+57% los precios al productor
+86% los costos de producir