“Demuestra claramente la intención de eliminar a los
biocombustibles de la matriz energética del país”.
Coninagro advirtió hoy que el proyecto sobre biocombustibles
que impulsa el Frente de Todos, “fulmina” toda posible inversión de
ampliación y consideró que “raya la inconstitucionalidad” al otorgar
“amplias y discrecionales facultades a la Autoridad de Aplicación”.
Entre los fundamentos esgrimidos por la entidad para reclamar
el rechazo de la normativa, que obtuvo días atrás la media sanción
en la Cámara de Diputados, alegó que el esquema propuesto
implicará “el cierre de muchas empresas de biodiesel y anexas a la
producción”.
El proyecto en cuestión propone llevar el corte del bioetanol del
actual 12% al 9, en tanto para el biodiesel el corte se reduce
considerablemente del 10% al 5% pero con la facultad de la
autoridad de aplicación de llevarlo al 3%.
“se discrimina de manera infundada a aquellos productores de
biocombustibles que de forma directa o indirecta se vinculan con la
comercialización y exportación de cereales, oleaginosas y otros
insumos relacionados”, argumentó la entidad agropecuaria.
El contundente rechazo de la iniciativa además, pone de
manifiesto la “abierta contradicción que existe con el principio de
progresividad ambiental establecido en el Acuerdo de París”,
ratificado por nuestro país.
La entidad cooperativa acusó al oficialismo de tener “poca
vocación de diálogo y de búsqueda de consensos”, al presentar un
proyecto de tanta trascendencia a solo 19 días de su vencimiento,
al tiempo que denunció que “atenta contra el federalismo y el
agregado de valor regional”.
Finalmente, Coninagro consideró que otorgar un tratamiento
“perjudicial” al bioetanol de maíz en relación al de caña de azúcar
solo encuentra fundamentos en “prejuicios ideológicos o en el
desconocimiento de las inversiones realizadas”, con impacto
negativo en la región central del país.
La ley de Promoción de los Biocombustibles (26093) venció el
12 de mayo y el gobierno la prorrogó por 60 días con el objetivo de
avanzar con el tratamiento del proyecto que impulsa Máximo
Kirchner.
Esta iniciativa pone énfasis en mantener la promoción para las
empresas chicas y propone que las grandes ganen posición por
volumen y escala.
Al respecto, Coninagro sostuvo que tiene una “alta
discrecionalidad” para definir la escala y se sustenta en una “falsa”
asociación entre cerealeras exportadoras y productoras de
biocombustiles”.
Como alternativa, la entidad que conduce Carlos Iannizzotto,
entiende que lo más simple sería prorrogar el actual régimen por
otros cuatro años (ya tiene media sanción en el Senado) o bien
hacerlo por un año, en cuyo caso el tratamiento debería arrancar
de cero.
Coninagro defiende el uso de maíz, soja y caña de azúcar en
biocombustibles por entender que es un proceso de agregado de
valor en origen que diversifica la demanda y los países destino de
los productos y torna en parte, sustentable la matriz energética
nacional.
Cabe destacar que Argentina cuenta con 34 industrias
destinadas a producir biodiesel a partir de soja, 90 extrusoras
chicas, 12 plantas de bioetanol a partir de caña de azúcar y 5 de
bioetanol de maíz, entre estas últimas se destaca ACABIO, que
como cooperativa forma parte de Coninagro.