La posible desaparición de la tradicional Exposición Rural del predio donde históricamente se realiza la Ganadera, nos obliga a una profunda reflexión acerca de la Argentina que hoy transitamos.
Dicho lugar, uno de los símbolos innegables de la producción agropecuaria e industrial, y lugar obligado del encuentro anual de los hombres de campo, vinculados al agro, la ganadería, la agroindustria, las economías regionales y fundamentalmente de los avances tecnológicos y genéticos, no puede dejarnos ajenos al reclamo de una revisión inmediata.
Esta decisión gubernamental exige una evaluación acorde con el sentir de un significativo grupo de hombres y mujeres que luchan día a día por un país mejor, dispuestos a aportar, a pesar de políticas adversas, su trabajo y su patrimonio para seguir siendo el motor real y genuino de nuestro futuro económico y social.
Estamos convencidos que el dictado del Decreto mediante el cual se despojaría a la Sociedad Rural Argentina del principal predio ferial del país y de la región, impidiéndole continuar con una tarea trascendente que iniciara en el siglo XIX, significará también despojar a nuestros productores de esa posibilidad inmensa de mostrar su trabajo y su permanente esfuerzo en la ciudad.
Sólo esperamos que quien esté dispuesto a la revisión decisoria, que nos preocupa y nos apena, pueda hacerlo objetivamente.
Que no influya en la decisión la confrontación ya superada ni cualquier otra circunstancia revanchista. Esperamos que solamente se valore que el predio de Palermo, que la exposición Rural y cuanto otro acontecimiento proponga una entidad del campo, va más allá de lo propio, tiene un alto significado para el productor, para el pequeño y mediano chacarero, para todo aquél que cree ciegamente en su trabajo y producción, más allá de las ideologías o el accionar de una organización agropecuaria.
Si así no ocurriera, si no se produjera la revisión que esperamos, que sea la Justicia quien evalúe la realidad trascendente de semejante decisión.