EL ROL DE LAS COOPERATIVAS EN EL COMERCIO DE TRIGO

Abr 11, 2018

La reciente y justificada protesta de los productores agrícolas por la complicada situación del trigo, ha demostrado, una vez más, la intolerancia y mezquindad de ciertos sectores gubernamentales. Con el único afán y objetivo de defender posiciones y sin importar la tergiversación de la problemática del hombre de campo, se difunden argumentos sin sentido ni fundamentos.
   
   Por desidia o por ignorancia se ha tratado reiteradamente de confundir acerca de las motivaciones del reclamo de las entidades y de los alcances de su representatividad.
   
   Los productores agropecuarios que representamos desde CONINAGRO eligieron el sistema cooperativo buscando, entre todos, solucionar sus necesidades comunes. Por caso, lograr el mejor precio de venta para su trigo. La producción triguera que reciben las cooperativas agropecuarias de sus asociados, ronda las 2.500.000 toneladas. De esa cantidad, y por el sistema impuesto por la política oficial, solo se puede exportar 500.000 toneladas. El Estado no autoriza a exportar más de ese volumen.
   
   Resulta obvio que si solamente puede exportar la cuarta parte de la cosecha de sus productores, de ninguna manera puede satisfacer con precio de exportación al total de sus asociados, ya que el 90% de lo recibido, como necesaria consecuencia de las medidas impuestas por el gobierno, debe venderlo al mercado doméstico o interno.
   
   La duda que surge es si se perjudica al productor cooperativista porque percibe un precio menor al de exportación o si el sistema cooperativo surge y acomoda la situación que crea el gobierno con decisiones de mercado que claramente tergiversan la comercialización del trigo.
   
   Estamos convencidos que el sistema cooperativo ayuda a paliar las nefastas consecuencias de estas perjudiciales políticas. Por definición, una cooperativa no tiene ganancias y si existieran "excedentes" o diferencias entre el costo y el precio del servicio prestado, se reparten entre sus asociados.
   
   Fundada en los principios de la ayuda mutua y de la solidaridad, frente al hecho que recibe mucha más producción de la que le autorizan a exportar, jamás podrá decidir beneficiar a unos y perjudicar a otros. No hace diferencias entre su gente, sino que esa diferencia que percibe por la exportación comparada con los precios domésticos, la reparte entre los asociados en su conjunto conforme al sentido de pertenencia y consecuencia que ha tenido con su cooperativa.
   
   En consecuencia, las cooperativas que no pueden pagar el precio pleno a sus productores, por el sistema intrínseco del cooperativismo, terminan devolviendo a sus asociados el mayor excedente que hubiesen recibido. Afirmar que las cooperativas estafan a sus productores es desconocer la realidad de nuestra filosofía.
   
   Lo real es que las medidas del gobierno y la intervención marcada mediante cuotas, generó esta distorsión muy fuerte en los precios que recibe el productor. Esta situación, reiterada, quita incentivo a la producción y el gobierno sigue sin entenderlo. La necedad es tal que se confunden los mecanismos de la operatoria en la economía. El campo y sus entidades representativas están hablando de una liberación del comercio de granos. Solo con esta medida, hoy lejana en la intención de quienes deciden, se solucionaría gran parte del conflicto existente, especialmente en esta campaña donde los volúmenes de producción son varias veces superiores a las necesidades alimentarias. También marcamos claramente que ante una adversidad climática o caída de stock, allí sí el Estado – como lo hace en todos los países del mundo- debe intervenir para conseguir el abastecimiento interno.
   
   Asimismo lamentamos que, mientras el gobierno elogia por un lado, las virtudes del cooperativismo y los alcances de la economía social, por el otro se ataca a este sistema solidario cuyos valores permiten recuperar la cultura del trabajo y salir de un sistema rentista impuesto desde políticas inadecuadas, para volver a valorar el esfuerzo personal y la ayuda mutua como premisa educativa y trascendencia comunitaria.